viernes, 10 de enero de 2025

EL PERDÓN: UNA LLAVE PARA LA PAZ INTERIOR

“Pensé que era mi amiga, pero hablaba mal de mí y contaba cosas personales que le había confiado. Siento que me apuñaló por la espalda, no se merece que la perdone”.

“Ella llegaba a mi casa, compartía con mi familia, y todos la querían. Era mi novia, luego descubrí que tenía una relación paralela con un compañero de trabajo. Aún no puedo perdonar lo que me hizo”.

 “La deslealtad y la falta de consideración son cosas que me cuestan perdonar, al final lo hago; Trato de ser racional para no acumular ira, dejo tiempo al tiempo”.

 Estas historias, tan comunes en nuestro día a día, reflejan el dolor profundo que puede causar la traición. Sentimos rabia, resentimiento y una amarga sensación de injusticia, sin embargo, aferrarnos a esto, nos impide avanzar y encontrar armonía.   

 

A menudo ocultamos lo que sentimos tratando de equilibrar nuestro ser o por el contrario nos dejamos consumir por pensamientos primitivos y una semilla de venganza. Usamos frases como:

            “No estoy molesto”

“Sólo estoy diciendo lo que pienso”

“Ya lo superé”

“Cuando a ti te pase lo mismo, vas a poder entenderme”

 Aunque estas afirmaciones parecen inofensivas, a menudo están cargadas de emociones no resueltas, son máscaras que disfrazan el resentimiento y la frustración que llevamos dentro, las he oído pronunciarlas con la mirada llena de rabia, el dolor filtrándose en las palabras y el cuerpo tenso por el coraje.

 

¿ES FÁCIL PERDONAR?

Si existiera un botón que borrara los recuerdos, las heridas y el rencor, quizás sería fácil, sin embargo, la realidad es distinta. Perdonar no significa dar segundas oportunidades automáticas ni aceptar faltas de respeto, perdonar no es excusar ni justificar el comportamiento dañino.

 

¿QUÉ ES REALMENTE EL PERDÓN?

Es caminar hacia la liberación emocional, soltar el peso del rencor, liberar nuestra mente, cuerpo y espíritu para mantenernos en paz.

Es una forma de autocuidado.

Es también aprender a colocar limites saludables que protejan nuestro bienestar.  

 

BENEFICIOS DEL PERDÓN:

El perdón tiene un impacto profundo en nuestra salud mental, física y espiritual.

Estudios psicológicos han demostrado que quienes practican el perdón tienen niveles más bajos de ansiedad y depresión. Además, la liberación del rencor puede mejorar nuestra salud cardiovascular y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

 

PERDÓN COMO REGALO:

Entonces, el perdón no es un regalo que hacemos a otros; es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos, UNA ELECCIÓN. Es una herramienta poderosa para sanar nuestras heridas y avanzar hacia una vida más plena.

 Viktor Frankl, superviviente de campos de concentración reflexionó:

 

Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio.

En ese espacio reside nuestra capacidad de elegir nuestra respuesta.

En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad”.

EL PERDÓN ES PRECISAMENTE ESA ELECCIÓN.

 

Preguntémonos ¿Qué historias, personas o situaciones están impidiendo nuestra paz interior? Quizá hoy, sea el día de empezar a trabajar en el perdón.

 

Recordemos que, el perdón no cambia el pasado, pero transforma nuestro futuro. Aunque nadie nos pida perdón dejemos de estar enojados.

 

Empecemos por nosotros mismos.

 

“SI NO PERDONAS POR AMOR, PERDONA POR EGOÍSMO, POR TU PROPIO BIENESTAR”

-Dalai Lama

  






EL PERDÓN: UNA LLAVE PARA LA PAZ INTERIOR

“Pensé que era mi amiga, pero hablaba mal de mí y contaba cosas personales que le había confiado. Siento que me apuñaló por la espalda, no s...