¿Cuándo vas a tener pareja? ¿Cuándo te pide la mano? ¿Cuándo
se casan?
¿Y los hijos, para cuándo? Ahora que ya tuviste un hijo,
"debes" recuperar tu peso rápido.
¿y el hermanito para cuándo? ¿otro hijo más?
¿Vas a dejar de trabajar? ¿Te vas
a trabajar? Pero tus hijos están muy pequeños, te necesitan. Tus hijos ya están grandes, ya no te necesitan.
¿Te vas a divorciar? ¿Qué dirá la gente? ¿Sigues en ese matrimonio? mejor sería que te separes
¿Por qué no tienes pareja? Se te está pasando el tren. ¿Quién
te va a cuidar cuando seas mayor?
Todo es tu trabajo, Dedica tiempo para ti. ¿cómo puedes
pensar solo en ti?
Todo lo ves gimnasio. ¿Por qué no haces ejercicio? Has subido de
peso; has bajado de peso.
¡Quien, como tú, comes y no engordas! ¿Para qué te cuidas
tanto?
¿Otro curso? ¿más estudios? ¿Para qué? ¿Por qué no estudias
algo? ¿A tu edad?
Pon un negocio, hay muchos negocios iguales…
No lo tomes a mal..."ES SOLO MI HUMILDE OPINIÓN".
Desde pequeños, muchas veces es como si
camináramos sobre una cuerda floja, entre ser o no ser, hacer o no hacer, decir
o no decir, para no decepcionar a quienes nos rodean. y es sorprendente que estos cuestionamientos vengan de nuestra familia, de nuestros seres queridos,
o de personas que ni siquiera nos conocen bien.
Quizás ellos no lo hacen por
maldad, sino porque proyectan sus propias carencias, sus deseos no
cumplidos. Sus temores.
Pero ¿realmente queremos vivir una vida escrita por otros?
La psicología nos enseña que nadie escapa a las críticas,
sin embargo, vivir bajo la presión de cumplir con las expectativas ajenas
nos aleja de la verdadera felicidad.
La paz interior y la satisfacción
profunda vienen cuando vivimos de acuerdo con nuestras propias metas y valores. Si pasamos la vida tratando de cumplir con lo que otros
esperan, nos olvidamos de lo que realmente queremos.
Siendo resilientes y emocionalmente inteligentes. Pero… ¿de qué se trata esto?